Antecedentes, contexto y justificación:
Debido a la importancia que tiene el trabajo masivo que realizan las cantorías, Coraleando se propuso la unión de las cantorías La Caracola de la Escuela Primaria Néstor Aranguren, la cantoría Olas de la Schola Cantorum Coralina y la Cantoría Abril de la Escuela Primaria Comandante Pinares de Campo Florido, así como el vínculo con otras agrupaciones corales y grupos artísticos para mediante el arte propiciar el cuidado del medioambiente y promover una cultura local que se visibilice tanto en la comunidad como fuera de esta.
Por tanto, se creó en Guanabo un espacio fijo en los jardines del Hotel Gran Vía con el nombre de Peña Infantil Coraleando y el eslogan de “entre la música coral y el mar, cuidemos nuestro entorno”. En estas presentaciones habituales u otras especiales, se presentaron las cantorías Caracola, Olas y Abril e incluyeron a otros grupos artísticos, principalmente con la temática sobre la protección y conservación de la playa y fechas ambientales, de importancia histórica o cultural. Además, se realizaron talleres de verano y otras actividades artísticas y ambientales con instituciones culturales como el Museo Municipal que trabaja la educación ambiental y otras entidades como la Empresa Forestal de La Coca.
En vista de resultados, se ha reconocido la labor del proyecto en cuanto al desarrollo de la música coral infantil y el cuidado del medio ambiente con la realización de diversas acciones educativas y artísticas donde ha intervenido la comunidad y otros grupos especializados. En el 2019 se incorporó un grupo coral de adolescentes nombrado AXG (Adolescentes por Guanabo) de las escuelas secundarias básica de Guanabo y Peñas Altas. Este grupo cesó sus actividades de conjunto a las cantorías con el inicio de la pandemia.
En el 2020, con la preparación y realización del Encuentro Coral de cantorías por el 5to aniversario de Coraleando durante la Semana de la cultura municipal se pudo constatar que la situación de las cantorías del proyecto no es particular sino que se repiten en otras cantorías infantiles en La Habana del Este. Existen en estas, deficiencias en el trabajo coral, así como en que no aprovechan la cultura artística y ambiental del municipio.
Coincidentemente con la etapa de pandemia surgieron nuevos retos como la “no presencialidad” que conllevó al trabajo a distancia y a suspender los ensayos y presentaciones de las cantorías. En ese momento en el que se propuso ampliar el proyecto con la incorporación de 4 cantorías del municipio Atrapa Sueños (Camilo Cienfuegos), Amanecer del Este (Alamar Playa), Voces de Coral (Alamar Playa) y Cascabeles (Guiteras) se determinó la utilización de las tecnologías de la información y las comunicaciones, las redes sociales para las presentaciones on line y el trabajo a distancia para mantener la preparación metodológica de sus directores en cuanto a la formación de las cantorías para la etapa de retomar el trabajo presencial y la promoción del proyecto.
Por otra parte, aunque se ha trabajado en las escuelas primarias para ensayar y formar las cantorías, una necesidad principal es no contar con la sede del proyecto, como puede ser el Cine Guanabo que se encuentra en desuso. Su recuperación o la reubicación de la sede es necesaria para así ampliar y fortalecer el cronograma de actividades del proyecto en la que pudiera incluirse la atención de infantes y adolescentes con necesidades especiales (Síndrome de Down, Autismo, Asperger, Hiperactividad), a los jóvenes y a la tercera edad. Una limitación es no contar con transporte para asistir a las actividades programadas en el mismo municipio o fuera de este, además de carecer de otros recursos como vestuario, sonido, materiales de apoyo que permitan la calidad del trabajo de las cantorías.
Es importante señalar la importancia de recuperar el Cine de Guanabo como parte del patrimonio cultural y la historia de Guanabo, así como por la potencialidad que tiene el inmueble dentro del entramado urbano. Su restauración permitiría el desarrollo del proyecto y dar atención a distintos grupos etáreos de la comunidad que por años no han contado con espacio que bien podría convertirse no solo en sala de proyección sino en un Centro cultural donde podría brindarse talleres y funciones, entre otras actividades culturales. Por tanto, se propone una nueva etapa para retomar el proyecto teniendo en cuenta los nuevos retos.